Cielos rebeldes, de Ann Sei Lin

 ¡Muy buenas!

Hoy os traigo una novela con un toque asiático y esa magia propia de quienes dominan la papiroflexia. Quiero hablaros de Cielos rebeldes, de Ann Sei Lin.

Una chica contra un imperio

El imperio Mikoshima está en guerra. Las ciudades flotantes y las terrestres luchan por el poder y el cielo está lleno de shikigamis, feroces monstruos de papel que no responden ante nadie.

Cuando éstos destruyen su hogar, la joven Kurara se une a la tripulación de una aeronave que se dedica a darles caza. Allí descubre que su habilidad para controlar el papel es mayor de lo que había imaginado, pero las respuestas que encuentra sólo le generan nuevas dudas sobre el imperio, sobre los shikigamis y sobre sí misma.

La verdadera batalla está a punto de comenzar... y para salvar a la persona que más quiere Kurara deberá escoger un bando.

Me llamó muchísimo la atención este libro por su portada, lo admito, pero al leer la sinopsis y ver que había quienes lo comparaban con una película de Studio Ghibli, no pude resistirme a darle una oportunidad.

Se trata de la primera parte de una saga cuya extensión desconozco. No he logrado encontrar información respecto a esto, pero sí os confirmo que se trata de una saga. Es una novela de aventuras, con un toque de fantasía increíble, política, magia y repleto de criaturas extraordinarias.

La ambientación me ha parecido muy interesante, porque se trata de un mundo de fantasía donde hay varios pueblos repartidos entre la tierra y en unas ciudades flotantes. Los escenarios son descritos con gran detalle y la autora logra transmitir la esencia de cada uno de ellos: lujosos comedores, barcos piratas, capitales de ciudades llenas de vida... En este sentido, el worldbuilding me ha gustado muchísimo y tiene un potencial enorme para seguir explorándolo.

Me gustaría añadir que tiene un toque asiático que se deja notar, tanto en sus personajes, como en los escenarios o en los propios términos utilizados por la autora. A veces se me han antojado confusos porque no soy una experta, pero contamos con un glosario al final de la novela en el que explica qué es cada cosa.

El sistema de magia, por otro lado, es uno de sus puntos más originales. En este mundo, existen unas personas con una cualidad especial por las que los llaman "artesanos" y es que pueden manipular el papel de muchas maneras, creando armas, objetos... y criaturas. Muchas de estas criaturas son grandes bestias muy peligrosas que aquí las llaman "shikigamis".

Para terminar de hablar de la ambientación, no me puedo resistir a mencionar que hay varios guiños a la cultura asiática, entre ellas una que me ha encantado y es la de las Cuatro Bestias de la mitología japonesa: Suzaku, Seriyu, Byakko y Genbu. No aparecen como tal con estos nombres (al menos, no todos) pero sí aparecen a lo largo de la novela, y ha sido genial reconocerlos.

En cuanto a la trama, me ha impresionado que contuviera tantas sorpresas que no vi venir, ya desde las primeras páginas. Esperaba que, al ser un libro que pintaban muy juvenil, no tuviese escenas especialmente cruentas, pero me equivocaba. Hay muertes inesperadas, traiciones de quien menos lo esperas, mucha acción y revelaciones impactantes. Además, no solo tenemos la trama de la protagonista, sino que se suman las historias de otros personajes, algunas muy metidas en la política de ese imperio, que no está exento de revolucionarios y distintos tipos de mentalidad sobre el gobierno de cada ciudad o país.

Sobre los personajes, la principal protagonista es Kurara, una joven sin pasado que trabaja como camarera en una especie de "hotel" de lujo, junto a su mejor amigo y con quien ha pasado toda su vida. Aparte de contarnos la historia desde su punto de vista en tercera persona, también iremos viendo el punto de vista de, principalmente, otros dos personajes distintos, cuyas aventuras están muy relacionadas entre sí. Kurara me ha gustado, creo que le queda mucho camino por recorrer para lograr una evolución completa de su personaje, pero me ha gustado cómo iba gestionando la información y actuando en consecuencia.

En cuanto a los villanos, no hay como tal un solo antagonista principal, sino que son varios (algunos incluso que no vi venir realmente, pensaba que eran de los buenos). Algunos me han gustado más, y otros he sentido que podían haber dado más de sí. En general, a mí se me han quedado un poquito descafeinados, pero porque solo se han lucido de verdad en la parte final, y me gustaría poder ver más sobre estos en los próximos libros.

No hay una relación romántica en este libro y, sinceramente, creo que esta no se producirá en ningún momento (o tal vez sí, y me lleve la sorpresa más adelante). No voy a negar que me ha dolido un poquitín, pero es que estoy acostumbrada a que haya esto en los libros de fantasía y por eso a veces me quedo con ganas de que hubiese habido algo así. Aun así, en realidad no hace falta que haya un romance porque la historia se vale por sí sola perfectamente.

La pluma de la autora me ha gustado mucho. Las descripciones no se hacen pesadas, y es ligera pese a la gran cantidad de términos extranjeros (japoneses) en la novela y a las que no estaba acostumbrada. Los capítulos no se me han hecho largos, y agradezco también la traducción por parte de Begoña Hernández Sala.

En cuanto al final, hay un momento muy épico y deja la puerta abierta a nuevas aventuras, con peligros aún detrás de la protagonista y sus amigos. Quedan en el aire varias incógnitas por parte del pasado de la protagonista, que estoy segura que se irán descubriendo en los siguientes libros, así que solo me queda saber para cuándo el siguiente y cuántos libros serán.

Cielos Rebeldes es una historia de fantasía con todos los elementos necesarios para hechizarte como sus artesanos hacen con el propio papel.

4/5

¡Espero que os haya llamado la atención!

¡Gracias por leerme!

¡Nos vemos en la próxima entrada!