Ana la de Tejas Verdes, de Lucy Maud Montgomery

 ¡Hola, hola!

Este es un libro muy especial porque la historia me encantó desde el primer momento que supe de ella. Una historia ideal para desconectar. Os quiero hablar de Ana la de Tejas Verdes, de Lucy Maud Montgomery.

Matthew y Marilla llevan una vida tranquila y rutinaria en el pequeño pueblo de Avonlea. Ya ancianos, deciden adoptar un huérfano para que los ayude con las tareas de la granja. Pero en vez del niño prometido por el orfanato, a casa de los Cuthbert llega Ana, una niña valiente y apasionada con una imaginación desbordante que conquistará a todo el mundo.

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Lucy Montgomery, públicamente conocida como L. M. Montgomery y llamada "Maud" por su familia y amigos (Isla del Príncipe Eduardo, 30 de noviembre de 1874-Toronto, 24 de abril de 1942), fue una escritora canadiense, reconocida por la serie de novelas Ana de las Tejas Verdes (Anne of Green Gables).

Como siempre aviso, esta reseña no contiene spoilers (ni siquiera tratándose de una historia tan clásica como ésta). Aquí solo me limito a dar una opinión sincera sobre la historia sin caer en destripes. ¡Allá vamos!

Conocí esta historia gracias a una de sus versiones cinematográficas, en concreto la de 1985 (que tiene años ya) y gracias a mi madre fue que conocí a Ana y supe del pueblo de Avonlea. Después llegué a leer este primer libro, pero al no recordarlo con exactitud y además llegarlo a perder en cierto momento de mi vida, en cuanto vi esta nueva edición me hice con ella.

Ana la de Tejas Verdes es un libro que forma parte de una serie compuesta por un total de ocho libros que narran la vida de una joven llamada Ana Shirley. Cada libro relata una etapa de la vida de esta joven. Estamos, pues, ante una novela de aprendizaje y de ficción.

La ambientación nos sitúa en el siglo XIX, en la Isla del Príncipe Eduardo, en Canadá. Allí se sitúa una propiedad conocida como Tejas Verdes (Green Gables) en un pueblo llamado Avonlea. La autora consigue transmitir ese aire rural, casi mágico, y sobre todo envuelto en la naturaleza más pura. También conoceremos ambientes más de ciudad, pero en este primer libro sobre todo nos sentiremos tal que si nos hubiéramos retirado a una casa rural para desconectar de los problemas. En este sentido, me ha gustado mucho. También hace alusión a la política del momento, y ha sabido representar bien las costumbres de esa época.

En cuanto a la trama, ésta nos habla de una pareja de hermanos llamados Marilla y Matthew Cuthbert, ya ancianos, que deciden adoptar un niño para que les ayude con la granja. Cuál es su sorpresa cuando el orfanato les envía a Ana Shirley, una joven soñadora y muy parlanchina que nos sacará más de una sonrisa desde la primera hoja.

No es una historia plagada de acción, sino que es más bien tranquila. El ritmo no se hace pesado ni aburrido, sino al contrario, ya que los personajes se muestran tan únicos y cercanos que me sentí inmediatamente inmersa en la historia. Considero que en esta novela lo que más destaca son los personajes, cómo éstos van evolucionando, cometiendo errores y aprendiendo. Esa es otra cosa buena que tiene este libro: que en ciertos momentos te enseña valores o te muestra las consecuencias de ser demasiado egoísta o vanidoso.

Sobre los personajes, el punto más fuerte que tiene esta novela, realmente acabé encantada con todos y cada uno de ellos. La principal protagonista es Ana Shirley, que en este libro la conoceremos desde los once años hasta los dieciséis, con sus meteduras de pata, sus logros personales, sus penas y mucho más. Siendo niña aquí se hace notar mucho los defectos que tiene, como por ejemplo que es muy impulsiva o demasiado dramática, pero precisamente eso es lo que más te hace quererla y lo que da vida a esta historia.

Hay muchos más personajes, y realmente es que si me pongo a nombrar los que más me han gustado los nombraría a todos. Acabas enamorada de todo Avonlea, o al menos eso me ha pasado a mí, porque aunque Ana Shirley se lleve el protagonismo, los demás no pierden fuerza a su lado, y poseen una personalidad y encanto únicos.

En esta historia hay un amago de relación de índole romántica, aunque como son todavía bastante jóvenes, este amor es bastante inseguro y apenas cobra importancia. En los siguientes libros, a medida que los personajes vayan madurando, supongo que irá cobrando más protagonismo.

La pluma de la autora es muy detallista, cuidada, y perfecta. La traducción, a cargo de Ángela Esteller también ha estado muy acertada. Las descripciones adquieren una magia tan especial que convierte cada escenario en algo único y hace que te sientas allí mismo en apenas unos segundos, así que realmente me ha gustado mucho. También me gustaría añadir que este libro en concreto, o sea, esta edición en particular, no está enfocada a un público infantil pues algunas de las palabras y expresiones son más aptas para un público más adulto.

El libro está dividido en un total de treinta y ocho capítulos, de extensión que a mí se me ha hecho bastante corta. Cada capítulo es como un episodio en el que siempre pasa algo interesante, sobre todo algún problema provocado por Ana.

El final me ha dejado el corazón muy blando, para qué engañarnos. Tiene sus momentos de drama, y ha hecho que me salte alguna lagrimilla, aunque aviso que no tiene un mal desenlace. Sí que es un final más bien abierto, pues aunque cierra ciertos aspectos, todavía le queda mucho a Ana por descubrir y muchos más problemas que provocar.

Ana la de Tejas Verdes es un libro que enternece los corazones y que nos llevará de viaje hacia un pueblo en la Isla del Príncipe Eduardo donde una joven pelirroja hará que siempre estén pasando cosas interesantes.

5/5

¿Lo habéis leído? ¿Os ha llamado la atención?

¡Espero que os haya gustado!

¡Nos vemos en la próxima entrada!